Este triunfo de Jesse Owens en las Olimpiadas de la Alemania Nazi y su repercusión ha sido objeto de debate durante décadas. Una de las teorías es que el Tercer Reich quería demostrar con este evento la superioridad de la raza aria al mundo, quedando Hitler muy contrariado con el resultado ante el triunfo de atletas negros como Jesse Owens. Como muestra del desdén del Führer a estos atletas, rehusó darles la mano en la entrega de medallas. Sin embargo esta teoría tan extendida parece no ajustarse tanto a la realidad. Sorprendentemente el propio Jesse Owens llegó a explicar el motivo por el que Hitler no felicitó a los ganadores en persona en el podio, e incluso algunos testigos afirmaron que Hitler estrechó la mano a Jesse Owens, existiendo una foto (por el momento perdida) que lo demostraría.
Tras su victoria en los Juegos Olímpicos de Berlín, Owens regresó a Estados Unidos siendo entrevistado por varios medios. En el periódico "The Pittsburgh Press" del 24 de agosto de 1936, Owens era preguntado por su impresión sobre Adolf Hitler y el hecho de que no le felicitara en el podio:
"Hitler tenía cierto tiempo para llegar al estadio y cierto tiempo para irse. Sucedió que tenía que irse antes de la ceremonia de la victoria después de los 100 metros. Pero antes de que se marchara yo me dirigí a una transmisión televisiva y pasé cerca de donde él estaba. Él me saludó y yo le devolví el saludo. Creo que es de mal gusto criticar al "hombre del momento" en otro país".
Aún más sorprendentes fueron las declaraciones que realizó el periodista alemán Siegfried Mischner en 2009. Años después de terminar los juegos, se había aceptado la versión oficial de que Hitler no felicitó al atleta estadounidense como muestra de su desdén hacia él. Sin embargo a Owens le pareció injusto cómo se habian narrado los acontecimientos y se puso en contacto con Mischner para aclarar la versión oficial de la historia, aceptada ya en los años 60.
Según Mischner, Jesse Owens llevaba en su cartera una fotografía donde se podía ver a Hitler dando la mano a Owens. Mischner afirmó que Owens le mostró la fotografía y le dijo que fue uno de sus momentos más bellos. La imagen fue supuestamente tomada detrás del podium de honor y por eso no fue captada por el resto de la prensa. La opinión sobre Hitler ya estaba formada en la Alemania de la posguerra y decidieron no informar sobre la existencia de esta fotografía. Como dijo Mischner, "no tengo excusa, pero nadie quería ser el que hiciera parecer al monstruo de Hitler como una buena persona". Entrevistado por el Daily Mail añadió: "Todos mis colegas están muertos. Owens está muerto. Pensé que esta era mi última oportunidad de decir la verdad. No tengo ni idea de dónde está la fotografía o si aún existe".
Esta versión de la historia fue corroborada en el año 2014 por el capitán Eric Brown, el piloto más condecorado de la historia de la Royal Navy. En un documental de la BBC el piloto de combate afirmó que él había sido testigo de cómo Hitler y Jesse Owens se estrechaban la mano.
También hay supuestamente un artículo del periódico The Baltimore Sun de agosto de 1936 donde se informa que Hitler envió a Owens una fotografía firmada (aunque el acceso al artículo es de pago: The Baltimore Sun Archive)
Aunque es muy difícil que de existir esta fotografía, llegue a aparecer, curiosamente la opinión de Owens sobre los Juegos de Berlín dista mucho de la que se transmitió a la opinión pública. Cuando Jesse Owens fue a Berlín era ya un atleta mundialmente conocido, levantando una gran expectación en Alemania. A su llegada fue recibido por un buen grupo de jóvenes alemanas que querían verlo en persona y que incluso acudieron tijera en mano para intentar recortar trozos de su traje.
En la Alemania de 1936 Owens se alojaba en los mismos hoteles que los blancos y recibió un trato igualitario al de los alemanes, algo que no tenía en su país, era la época de la segregación racial de Estados Unidos. Pasados los Juegos, Owens fue muy crítico con su país y el trato que seguían recibiendo los negros. Tras el desfile triunfal del atleta por Nueva York, no se le permitió entrar por la puerta principal del Hotel Waldorf Astoria, teniendo que hacerlo por el ascensor de carga para llegar a la recepción que había en su honor. El por entonces presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, nunca llegó a invitar a Jesse Owens a la Casa Blanca tras su triunfo en los Juegos Olímpicos.
El 9 de octubre de 1936, Owens participó en un mítin del partido republicano en Baltimore donde dijo: "Algunas personas dicen que Hitler me desairó, pero os digo, que Hitler no me desairó. Yo no estoy llamando al Presidente. Recuerden que yo no soy un político, pero recuerden también que el presidente no me envió un mensaje de felicitación porque la gente decía, que estaba demasiado ocupado".
Al contrario de lo que se suele creer, en realidad el Tercer Reich quedó muy contento con el resultado de las Olimpiadas de Berlín, logrando Alemania imponerse en el medallero con gran diferencia sobre los demás países. El hecho de que Hitler no saludara a los atletas era parte del protocolo, ya que inicialmente el Führer felicitaba únicamente a los vencedores alemanes los primeros días de los Juegos. Poco después se modificó el protocolo y se estableció que Hitler no participaría en ninguna entrega de medallas.
Luces y sombras de uno de los Juegos Olímpicos más politizados de la historia con demasiados intereses extradeportivos en juego.
Jesse Owens falleció el 31 de marzo de 1980 a los 66 años. La habitación en la que se alojó durante los Juegos Olímpicos fue convertida en un museo, con una colección de fotografías de sus logros durante la competición. Entre varias fotografías históricas, se encuentra también una carta que interceptó la Gestapo, de un admirador que le recomendaba no darle la mano a Adolf Hitler. Hasta que no aparezca (si es que lo hace alguna vez) esta supuesta fotografía perdida de Adolf Hitler y Jesse Owens dándose la mano, no tenemos forma de comprobar si este momento histórico llegó en realidad a producirse.
Cada día se le cae el mito a los sionistas!
ResponderEliminarAsí es, además por más que no haya fotografia, el propio Owens declaró que Hitler si le dió la mano, así que el relato se cae a pedazos como otros tantos.
EliminarLa historia la hacen los vencedores
ResponderEliminarAnónimo 1, no sabés leer o no entendiste el artículo
ResponderEliminarSi el lo dijo, es porque es verdad, pero quizá nunca se destapará esta mentira al igual que la de " Dios"
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